Democracia:

Democracia:
"Ensina-me SENHOR a ver as minhas próprias faltas e apaga-me a vocação de descobrir as faltas alheias." Emanuel

terça-feira, 7 de dezembro de 2010

Juntos Somos Fortes: A VELHA HISTÓRIA DE SEMPRE - JULIAN ASSANGE

O 'bandido' que criou a WIKILEAKS está preso em Londres. Ele lá, Protógenes condenado
aqui e os 'mocinhos' acusados(tadinhos) soltos. Após DOCUMENTOS da WIKI,
não tem MOTIVO ALGUM que justifique a permanencia de JOBIM no
ministério. Se permanecer 'defendendo' o Brasil no governo Dilma, temos
...SIM muitas duvidas a serem esclarecidas



Juntos Somos Fortes: A VELHA HISTÓRIA DE SEMPRE - JULIAN ASSANGE: "A VELHA HISTÓRIA DE SEMPRE – JULIAN ASSANGE Laerte Braga Julian Assange, fundador do site WIKILEAKS apresentou-se à Polícia britânica di..."

Dialógico: Por dentro do Wikileaks: a democracia passa pela t...

Dialógico: Por dentro do Wikileaks: a democracia passa pela t...: "Por Natália Viana*, SP, Operamundi Fui convidada por Julian Assange e sua equipe para trazer ao público brasileiro os documentos que interes..."

segunda-feira, 6 de dezembro de 2010

pensamentando III

El valor de un solo hombre

Rómulo Pardo Silva

Un día empezó a hablar de impedir la más cruel de todas las guerras
quizás la última
Los poderes no parecían oírle
pero él sin flaquear acusó
están activando la destrucción del mundo
Ante millones de hombres mal informados o indiferentes
no dudó en exponerse a la burla
de los miles de intrigantes remunerados
No se detiene ni desalienta, es su deber
luchó antes cada día y no va a cambiar
Lee, escucha, pregunta, piensa y une los datos con lógica,
sabe mucho de planes siniestros extranjeros
y tiene información de confianza
Ama la vida, lo ha demostrado sembrando humanidades
pero ahora divisa hongos atómicos gigantes
humaredas divagando en continentes silenciosos
imágenes de madres vueltas transparentes
Levanta la voz y fija los ojos oscuros desde su altura:
Hay que impedir que el poscapitalismo sea una época primitiva
Su admonición logra abrir grietas en el silencio que construyeron
y se derrama un hilo de alarma en el planeta
Precursor, escribe una sentencia por las soluciones sin armas,
instala un reloj que descuenta los días
hasta que estalle la corteza repleta de muertes
Ese hombre solo es uno de los sabios de los mitos heroicos
de la raza selecta que guiará mientras no escapen
de su celda los neutrones

Haga click aquí para recibir gratis Argenpress en su correo electrónico.
Publicado por ARGENPRESS en 14:35
Etiquetas: Poesía, Rómulo Pardo Silva
Entrada más reciente Entradas antiguas Página principal

pensamentando II

Diálogos de viajes en un café italiano

Edgar Borges (Desde España. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Gijón. Noche de verano. Tiempo de paseos; vecinos y turistas van y vienen. Andamos por la plazuela de San Miguel; Alicia me propone entrar a un café italiano y yo acepto comprendiendo su pasión por asociar los locales (por su forma o identidad) con los libros que estudio. Por estos días desarrollo un trabajo sobre la obra “El infinito viajar” del escritor italiano Claudio Magris.

El negocio, como la zona, tiene muchos visitantes; no es fácil conseguir mesa. La camarera nos invita a esperar un poco; una pareja de chicas (parecen italianas o comienzo a multiplicar la intención de Alicia) nos ofrece compartir su mesa; aceptamos; donde caben dos caben cuatro; las mesas del local son cómodas para darle espacio a cuatro sillas. Sonrisas y cada quien atiende a su pareja. Alicia me pregunta por mi trabajo; yo le digo que el libro de Magris recopila una serie de textos de viaje; el autor revisa la odisea circular de Ulises y la travesía moderna que desde Nietzsche propone una línea titubeante hacia la nada. No obstante, agrego, me llama la atención una idea que se asoma en distintas páginas del libro: “…se parte de casa, se atraviesa el mundo y se vuelve a casa, si bien a una casa muy diferente de la que se dejó, porque ha adquirido significado gracias a la partida, a la escisión originaria. Ulises vuelve a Ítaca, pero Ítaca no sería tal si él no la hubiera abandonado para ir a la guerra de Troya, si no hubiese quebrado los vínculos entrañables e inmediatos con ella para poderla reencontrar con mayor autenticidad”. Silencio (también en la pareja vecina), creo que hablé demasiado; Alicia observa la calle. Poco después dice que en cierta forma todos nos volvemos extranjeros la primera vez que salimos de casa, o del vientre, puntualiza la chica que está sentada a mi lado (efectivamente, es italiana) y pide disculpas por la intromisión. Muy cierto lo que dices, asegura Alicia, al salir al mundo ya nos hacemos extranjeros. Y, en su proceso de contemplación, Alicia se pregunta ¿qué cambiará más cuando todos los visitantes partan de la región, Gijón o la casa de ellos? La segunda de las jóvenes incorpora una tercera posibilidad: o quizá quienes cambien sean ellos (Escribe Claudio Magris que “Lo conocido y lo familiar continuamente redescubiertos y enriquecidos, son la premisa del encuentro, la seducción y la aventura; la vigésima o centésima vez que se habla con un amigo o se hace el amor con una persona amada son infinitamente más intensas que la primera. Esto vale también para los lugares; el viaje más fascinador es un regreso, una odisea, y los lugares del recorrido acostumbrado, los microcosmos cotidianos atravesados durante años y años, son un desafío ulisiano”).

Entre expressos italianos (la crema llama) y cervezas, las tres mujeres lanzan palabras al laberinto abierto por Alicia, mientras yo pienso en lo que cuenta Magris sobre la perspectiva del viajero. “Dante decía que bebiendo el agua del Amo había aprendido a querer con fuerza a Florencia, pero que para nosotros la patria es el mundo como para los peces el mar… Viajar enseña el desarraigo, a sentirse siempre extranjeros en la vida, incluso en casa, pero sentirse extranjero entre extranjeros acaso sea la única manera de ser verdaderamente hermanos”. Ahora soy yo quien observa la calle; en la plazuela de San Miguel un cuarteto interpreta jazz. Una “energía de mundo” recorre las aceras, entra al local y baila con el verbo de mis tres compañeras de mesa. “¿Dónde está la frontera?”, pregunta Saramago en el confín entre España y Portugal a los peces que, en el mismo río, según se deslicen por una orilla u otra nadan ora en el Duero, ora en el Douro.

Haga click aquí para recibir gratis Argenpress en su correo electrónico.
Publicado por ARGENPRESS en 14:36
Etiquetas: Cuento, Edgar Borges

pensamentando

Carlos Pena Filho, o Poeta do Azul inscrito na eternidade
"Escrevo esse nome, e estou certo de que o inscrevo na eternidade. Pois me parece impossível que as presentes e as futuras gerações esqueçam o poeta encantador, tão cedo e tão tragicamente desaparecido". A citação é de Manuel Bandeira, que se referia, com tanta deferência, ao também recifense Carlos Pena Filho, cuja morte precipitada completa agora 50 anos. Mas, apesar da qualidade de seus versos tão ‘tingidos’ de beleza, Carlos Pena tem sua obra hoje muito menos difundida do que mereceria.

O poeta do Azul
Rebento da mesma terra que Bandeira e João Cabral de Melo Neto, Carlos Pena Filho conseguiu inserir-se no rol dos grandes, apesar de ter tido sua produção interrompida, aos 31 anos, por um acidente de carro que lhe tirou a vida. Sua poesia, criativa e sensível, é repleta de musicalidade e tem forte apelo visual.
Leia também:
• Carlos Pena Filho: Poeta de destino rápido
• Leia aqui poemas de Carlos Pena e uma homenagem a ele
“Então, pintei de azul os meus sapatos/ por não poder de azul pintar as ruas,/ depois, vesti meus gestos insensatos/ e colori as minhas mãos e as tuas”. Os versos de Desmantelo Azul são exemplos da constante referência às cores, sempre presente em Carlos Pena Filho, que terminou conhecido como “O poeta do Azul”.

João Cabral, contudo, em um poema dedicado a Carlos Pena, associa-o a uma outra cor: “Todos os verdes que há no verde/ sabia (não mais os exerce):/ tinha-os da luz Pernambuco,/ que se traz dentro como um pulso,/ e pulsa mudo como o sangue,/ e nas marés sem gesto o mangue./ e nos pernambucanos age / como se fosse seu sotaque”.

Outro amigo ilustre, o sociólogo Gilberto Freyre descreve Carlos Pena como um “artista pictórico, a servir-se por vezes de palavras como se serviria de tintas”. Desta maneira, soa bastante adequada a homenagem que acontece, no Recife, para marcar as cinco décadas sem o poeta.

A mostra Carlos Pena Filho: 50 anos de Memória, que acontece até 16 de janeiro, une informações e documentos sobre a vida e a obra do autor a uma exposição na qual artistas e fotógrafos reinterpretam os versos do “pintor de palavra”.

Participam da empreitada nomes como Francisco Brennand – que tem um dos poemas dedicados a ele -, Dantas Suassuna, Rinaldo, Tereza Costa Rêgo e Tânia Carneiro Leão – viúva de Pena Filho. A mostra, que tem entrada gratuita, está em cartaz no Santander Cultural, na Avenida Rio Branco, 23, no Bairro do Recife. O Vermelho disponibiliza abaixo fotos de algumas dessas obras.

Histórico

Filho de portugueses, Carlos Pena nasceu no Recife, em 17 de maio de 1929. Com a separação dos pais, foi com a mãe para Portugal, aos oito anos, onde iniciou seus estudos. Só voltaria à cidade natal quatro anos mais tarde, para viver com o pai.

Formou-se na Faculdade de Direito do Recife, em 1957, mesmo ano em que se casou com Tânia Carneiro Leão, para quem, um dia, escreveu: “Por seres bela e azul e improcedente / é que sabes que a flor o céu e os dias/ são estados de espírito somente,/ como o leste e o oeste, o norte e o sul./ Como a razão por que não renuncias/ ao privilégio de ser bela e azul”.

O poeta, que tão bem falou da mulher e da subjetividade, também dedicou suas palavras a temas urbanos e sociais. Jornalista, escreveu para vários órgãos de imprensa, mas foi nos seus poemas que ficaram imortalizados os costumes de uma época e a vida boêmia do Recife. No seu “Guia Prático da Cidade do Recife”, ele cita o tradicional e resistente Bar Savoy, então reduto de artistas e intelectuais, onde muitas vezes varou madrugadas.

“Na avenida Guararapes,/ o Recife vai marchando./ O bairro de Santo Antonio,/ tanto se foi transformando/ que, agora, às cinco da tarde,/ mais se assemelha a um festim,/nas mesas do Bar Savoy,/ o refrão tem sido assim:/ São trinta copos de chopp,/ são trinta homens sentados,/ trezentos desejos presos,/ trinta mil sonhos frustrados.”

Também homenageou a cidade-irmã, com linhas que hoje vêm automaticamente à memória quando se pensa em Olinda. “Olinda é só para os olhos, / Não se apalpa, é só desejo./ Ninguém diz: é lá que eu moro/ Diz somente: é lá que eu vejo”.

Boa praça, culto, simpático, alegre e irônico, “charmosamente triste" – como disse o poeta e crítico Luiz Carlos Monteiro -, Carlos Pena, vivia cercado de amigos. E foi juntando o lirismo com a boemia, que ele tornou-se também compositor, parceiro do conterrêaneo Capiba. É dele, por exemplo, a letra do samba-canção A Mesma Rosa Amarela, que o Vermelho disponibiliza abaixo.

A obra

Carlos Pena teve seus primeiros poemas publicados no suplemento literário do Diario de Pernambuco, em 1950. Só lançaria seu livro de estreia, O tempo da Busca, dois anos depois. A próxima obra, Mamórias do Boi Serapião, viria em 1955, editado pelo O Gráfico Amador, que era um tipo de associação experimental de artes gráficas que funcionou no Recife durante aquela época.

O livro seguiu então os padrões da editora, que valorizava aspectos artísticos e gráficos. Desta forma, Memórias do Boi Serapião teve 140 exemplares numerados e assinados pelo autor. Em 1958 foi lançado A Vertigem Lúcida. E, no ano seguinte, O Livro Geral, que reunia toda a sua obra poética já editada, mais alguns poemas novos.

O fim e a permanência

“Quando eu morrer, não faças disparates / nem fiques a pensar: “Ele era assim...”/ Mas senta-te num banco de jardim/ calmamente comendo chocolates./ Aceita o que te deixo, o quase nada/ destas palavras que te digo aqui:/Foi mais que longa a vida que eu vivi,/ para ser em lembranças prolongada.”

As palavras acima, escritas pelo poeta, pareciam prever que seus dias seriam poucos. No dia 27 de junho de 1960, Carlos Pena Filho sofreu um acidente de carro. Quatro dias depois, deixava este mundo. Mas, diferente do que pede no seu Testamento de um Homem Sensato, não pôde ser esquecido.


Ouça a música "A mesma rosa amarela", de Capiba e Carlos Pena Filho, na voz de Maysa:



Veja abaixo fotos de Carlos Pena Filho e de trabalhos de artistas baseados em poemas dele. O material integra a mostra Carlos Pena Filho: 50 Anos de Memória.



Acima, a primeira foto registra o casamento de Carlos Pena Filho com Tânia Carneiro Leão. No Centro, o poeta carrega a única filha, Clara, na época com 1 ano e 8 meses. À direita, Carlos Pena ao lado do sociólogo Gilberto Freyre.



Acima, na primeira foto, o escritor Jorge Amado e os poetas Sosígenes Costa e Carlos Pena Filho. Na segunda imagem, da eqquerda para a direita, Carlos Pena Filho, Sylvio Rabello, Gilberto Freyre, Paulo Rangel Moreira e Murilo Costa Rego.



Acima, à esquerda, "Rosas Azuis", quadro da viúva Tânia Carneiro Leão, baseado em "Soneto", de Carlos Pena Filho, poema que diz: "Por seres bela e azul e improcedente/ é que sabes que a flor o céu e os dias/são estados de espírito somente,/como o leste e o oeste, o norte e o sul./ como a razão por que não renuncias/ao privilégio de ser bela e azul". À direita, quadro "A mesma rosa amarela", de Tereza Costa Rego, baseado no poema de mesmo nome.



Acima, à esquerda, foto em que Isaías Belo retrata o artista Francisco Brennand, a quem Carlos Pena Filho dedicou o poema "A solidão e sua porta", que dá nome à fotografia. À direita, "Iansã", quadro de Bruno Vilela, inspirado em "Soneto", de Carlos Pena Filho.

Segue trecho: "O quanto perco em luz conquisto em sombra./ E é de recusa ao sol que me sustento./ Às estrelas, prefiro o que se esconde/ nos crepúsculos graves dos conventos./ Humildemente envolvo-me na sombra/ que veste, à noite, os cegos monumentos/ isolados nas praças esquecidas/ e vazios de luz e movimento".


Por Joana Rozowykwiat
Da Redação

0 comentários
(vermelho.org)

Índio

El vale indígenas del mundo

Kenkibari (Desde Perú. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

I

Se escribirán en mil idiomas en diferentes formas
Pero perdurara el orgullo de la identidad indígena.
Los indígenas en mundo de más de 20 mil años
Vivieron, vivirán y seguirán viviendo en armonía con la tierra
Con plena libertad y respeto integral a su biodiversidad
Los derechos de los bienes de la naturaleza son los
Mismos derechos de los pueblos, que son vulnerados
Porque le ponen precio, lo está mercantilizando lo que
nunca fueron de ellos, si no de la naturaleza.
Los derechos pueblos indígenas son vulnerados
Como lo hacen a la naturaleza y sus recursos.
La discriminación no solo es a indígenas, también
Lo hacen a la naturaleza, por los diferentes sistemas
de un mal llamado desarrollo industrial cristiano.
Existe ya la crisis moral-social en pleno siglo XXI
Si no respetan al ser humano, peor será a la naturaleza
Ya existe la degradación social mundial
La degradación ambiental hechos por los seres
Humano del mundo disque industrializados.

II

Los pueblos indígenas saben que la tierra no es una
Herencia que dejaron sus antepasados
Si no es un préstamo y herencia de nuestra generación
No lo vemos a Dios pero sabemos que perdona
el ser humano a veces, pero la tierra jamás perdonara.
Los pueblos indígenas ponemos en evidencia
Que vendrán castigos de la naturaleza no solo a los
que le provocaron si no a todos los seres vivientes
Ya no valdrán los ruegos de perdón, la naturaleza
No tiene oídos, leyes escritas, ni tribunales ni
Legisladores, ni expertos, ni científicos, ni bancos
ni trillones de dólares ni euros, pero si tiene
Poder y fuerza de destructora para hacer una revolución
y comenzar una nueva evolución, humana
Con un nuevo renacer, con cambios de actitudes.
los ancestros indígenas, dejaron energías y sabidurías
Conocimientos, para salir adelante con dignidad
Con equilibrio y armonía humana ecológica.

III

Los pueblos indígenas absorben energías para agitar
los vientos de un nuevo amanecer de inclusión integral
Buscando articulación con propuestas, que pronto llegara
la igualdad, la equidad el respeto mutuo de buena fe
la pobreza la indiferencia la discriminación el deterioro ambiental
el cambio climático, pronto terminara por conciencia.
Las indiferencias, en la ONU, Kioto, OMC, Alca, Tlc, Otan y demás
ya pasarán en el mundo y entenderán, que es autodeterminación
Territorios, las consulta y consentimiento previo, libre e informado
Llegara la equidad por las grandes propuestas de nuestros líderes
es el poder indígena del mundo por su sabiduría y honestidad.
Que solo busca el respeto a su sociedad y a la madre tierra.

Haga click aquí para recibir gratis Argenpress en su correo electrónico.
Publicado por ARGENPRESS en 14:35
Etiquetas: Kenkibari, Poesía

quarta-feira, 1 de dezembro de 2010

Pensamentando III

JOÃO CÂNDIDO (1880-1969)
Mestre-sala dos mares
Por Marco Morel em 23/11/2010
Reproduzido do caderno "Ilustríssima" da Folha de S.Paulo, 21/11/2010

Nos idos de 1957, o jornalista Edmar Morel (1912-89) foi até o cais da Praça 15, no Rio de Janeiro, onde lhe garantiram que acharia o ex-marujo João Cândido Felisberto (1880-1969), que, em 1910, ficara conhecido como "Almirante Negro" ao liderar a rebelião contra os castigos corporais na Marinha. O encontro modificou a vida de ambos e gerou a escrita de um capítulo então obscuro da história do Brasil: A Revolta da Chibata, título que Morel criou para seu livro (no qual teve a colaboração do personagem principal) e que batizaria, a partir dali, o movimento.
João Cândido carregava cestos de peixe na beira da baía de Guanabara, palco da inédita rebelião na qual ele comandara, entre 22 e 27/11/1910, poderosa esquadra de guerra: vivia em situação de pobreza e dificuldades, nas periferias. Edmar, repórter e escritor, tinha o nome nas manchetes dos principais jornais desde os anos 1940, em matérias combativas e denúncias de grande repercussão. Nacionalista de esquerda e democrata, era "companheiro de viagem" do Partido Comunista do Brasil (PCB).
Surgiu entre o marinheiro e o jornalista cumplicidade, logo transformada em amizade. João Cândido considerou A Revolta da Chibata (lançado em 1959, já está na quinta edição, pela Paz e Terra), o livro, como "minha história" e literalmente assinou embaixo, participando de sessões de autógrafos. A convivência de ambos teve episódios sugestivos.
A imagem do comandante
No lançamento da 2ª edição, em 1963, autor e personagem compartilharam estande no Festival do Escritor (antecessor da Bienal do Livro). O velho marujo, calejado de perseguições e da luta contra o açoite, foi cumprimentado por Jorge Amado, Rubem Braga, Clarice Lispector, Vinícius de Moraes, Manuel Bandeira e outros. Ao fim da sessão, não havia mais transporte para a Baixada Fluminense, onde morava o "Almirante Negro", numa rua sem calçamento, esgoto e luz elétrica.
Morel foi hospedá-lo num hotel no centro. Tentaram 12 estabelecimentos; os recepcionistas de plantão, após olharem a figura simples e altaneira de João Cândido, repetiam: "Não há vagas". Racismo aberto e não declarado. Finalmente, conseguiu abrigo no Hotel Globo, na rua do Riachuelo, na Lapa.
Nos dias do golpe civil-militar de 1964, ao saber que Morel tivera os direitos políticos cassados, João Cândido, preocupado, foi até sua casa: "Teria sido por causa do livro?" O jornalista brincou: "Um a mais não faz diferença. Vamos tomar um uísque?" E o marujo retrucou: "Não posso, o fígado não deixa. Tem suco de maracujá?"
Quando João Cândido faleceu, eu tinha nove anos. Meu avô Edmar contou que me levara duas vezes à casa dele, mas não me lembro. Pelo que li e ouvi de meu avô, pelo que converso com Adalberto Cândido, Candinho, filho caçula, hoje com 72 anos, formei uma imagem do comandante escolhido pelos 2.300 marinheiros rebeldes no episódio ocorrido 22 anos após a abolição oficial da escravidão.
Nem ódio, nem ressentimento
João Cândido possuía aparência modesta, mas altiva. Alto, esguio, enérgico – vestia-se de maneira aprumada e sóbria. Em casa, ficava de tamancos e roupas confortáveis. Era um herói da plebe e vivia entre os pobres, sem se intimidar diante dos poderosos ou dos letrados. O hábito de leitura impregnava seu cotidiano. Polido, reservado, recolhia-se quando não conhecia ou confiava no interlocutor. Mas se o verbo fluía, a memória transbordava em detalhes precisos.
Sisudo, há poucas fotos suas sorrindo, mas era bem-humorado: às vezes, escapava um sorriso discreto do rosto vincado de anos e sofrimentos. Não expressava ódio ou ressentimento, compreensíveis num guerreiro com suas experiências. A face angulosa, nitidamente esculpida, apresentava um toque cândido. Tinha a dignidade de um mestre-sala dos mares.
(Observ. De Imprensa)